La Antártida oriental registró temperaturas de más de 30°C por encima de lo habitual y terminó rompiendo un “récord absoluto”, según informó Concordia, una base de investigación franco-italiana.
Los especialistas informaron un “calor” de 11,5°C bajo cero, “un récord absoluto para todos los meses combinados, superando los 13,7°C bajo cero del 17 de diciembre de 2016″.
Los expertos explicaron que este fenómeno probablemente sea solo un evento climático aleatorio pero que, si sucede de nuevo o con frecuencia, podría ser una consecuencia del calentamiento global.
Además, la Antártida estableció un récord para el hielo marino de verano más bajo. Se redujo a 1,9 millones de kilómetros cuadrados a finales de febrero.
Por su parte, el Ártico, se ha estado calentando dos o tres veces más rápido que el resto del mundo y se considera vulnerable al cambio climático.
Los polos se están calentando incluso más rápido que la media del planeta, que ha aumentado en promedio a 1,1°C desde la era preindustrial.
Para la ciencia supone un desafío predecir hacia dónde va a evolucionar el gran continente blanco, lo que sí parece claro es que esa transformación afectará a todos los seres vivos del planeta.