Danny Rolling mató a cinco jóvenes en Florida, a una familia en Luisiana y fue atrapado cuando robaba. Sus atroces confesiones lo condenaron a muerte e inspiró a una famosa película: Scream.

Nació el 26 de mayo de 1954 en Luisiana, Estados Unidos, y se crió en una familia disfuncional, marcada por la violencia.

El historial delictivo de Danny comenzó con pequeños hurtos. Solía perder con frecuencia sus trabajos y entraba y salía de la cárcel. Solía espiar a las mujeres hasta que cometió una violación.

Luego, empezó una cadena de macabros asesinatos en un campus universitario. En 1990 mató a 5 mujeres en un corto período de tiempo y de una forma muy cruel.

Al principio. no se sabía nada de él sólo que tenía un ritual: entraba en una casa, sometía a la víctima, ponía la música a todo volumen, sacaba su cuchillo y su obra sólo exhibía horror.

La detención fue casi por casualidad, ya que lo arrestaron por robar una tienda. En la comisaría, mientras cotejaron sus datos y salió a la luz un pedido de captura por intentar matar a su madre.

Como el intento de asesinato había sido en el mismo lugar donde mató a las demás mujeres, surgieron las sospechas. A raíz de esto, encontraron semejanzas entre su ADN y el de la escena del crimen.

En el camping donde vivía se hallaron pruebas clave. En 1991, fue acusado por 5 cargos. En prisión comenzó a hablar con una periodista a quien le confesó todos sus crímenes.

Además, se conoció la página web que tenía el asesino donde publicaba cuentos góticos. Su caso inspiró la película de terror Scream. Fue ejecutado a los 52 años en octubre del 2005.