El lago Sawa, al sur de Irak, llegó a tener 5km2.En los últimos años, comenzó a secarse debido al cambio climático hasta evaporarse.
"En los años precedentes la superficie de agua disminuyó durante las estaciones secas. En 2022, por primera vez, el lago desapareció", explicó el activista medioambiental Husam Subhi.
Una aguda disminución de las lluvias, que ahora son un 30% del nivel que era normal para esta zona, ha afectado las aguas subterráneas.
Esto se sumó al aumento de las temperaturas, que acentuó el fenómeno de evaporación.
En las imágenes de la zona donde estuvo el lago se puede ver un pequeño estanque que alberga a los pocos peces que sobrevivieron.
Este acuífero es importante para las aves migratorias. Antiguamente, el lago albergó a varias especies vulnerables, como el águila imperial, la avutarda hubara o la cerceta pardilla.
Pero este lago no es el único acuífero de Irak amenazado por la sequía.Lo mismo ocurre con los pantanos mesopotámicos de Howeiza, que son patrimonio de la Unesco, y el lago Razaza en Kerbala.