Si bien la recomendación de los especialistas es dormir 8 horas, el ritmo de vida, las ocupaciones y los horarios de trabajo agitados no siempre permiten que el sueño sea “de calidad”.

Un estudio realizado a adultos de EEUU y el Reino Unido arrojó que no alcanzan a dormir estas ocho horas y que, en promedio, sólo llegan a seis. El dato curioso que surgió fue el uso de tecnología.

En qué consiste la técnica denominada 10-3-2-1 que, según los expertos, garantiza un descanso pleno y de calidad.

En primer lugar aseguran que la cafeína debe suspenderse 10 horas antes de acostarse, ya que es un estimulante que dificulta conciliar el sueño.

No beber ni tomar alcohol 3 horas antes de acostarse. Cuánto más tarde se come, menor es la probabilidad de que los alimentos se digieran bien. Esto puede provocar reflujo y calambres.

Los expertos explican que el cerebro necesita 2 horas de descanso antes de dormir y recomiendan evitar las actividades vinculadas a lo laboral en ese lapso de tiempo. 

La evidencia sugiere evitar el uso de pantallas al menos 1 hora antes. Es que el exceso de luz detiene la liberación normal de melatonina, la cual le indica al cuerpo que es hora de acostarse.