Se realizó en la Universidad de Southampton, en Reino Unido. Los especialistas aseguran que todos, en menor o mayor medida, mentimos.

El estudio señala que las mentiras cotidianas e inofensivas son inevitables y no alteran la bondad de las personas.

Una persona promedio puede incluir normalmente 3 mentiras en un diálogo de 10 minutos. No se tuvieron en cuenta las exageraciones y omisiones que lleven a interpretar algo que no es cierto.

Especialistas explicaron que existen distintos grados de ocultamiento de la verdad y que la gran diferencia está puesta en la intención de cada uno al mentir.

Además, mentir con mala intención puede derivar en una patología grave como la psicopatía, mitomanía o la manipulación, típica de los estafadores que no sienten culpa al engañar.

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, San Francisco (EE.UU), advirtió que “no detectar mentiras, engaños obvios o sarcasmos puede ser un signo de demencia”.

Los expertos concluyeron que hay “asociaciones entre los deterioros de partes particulares del cerebro y la incapacidad de detectar el discurso insincero”.

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