En 1994 cinco presos escaparon armados de una cárcel ubicada en plena Ciudad de Buenos Aires. Entre ellos estaban El Gordo Valor y La Garza Sosa.

Luis “El Gordo Valor” estaba preso por ser el líder de la super banda que robaba bancos y blindados. Hoy tiene 69 años, está libre y pasó 33 tras las rejas.

Convencido de que su destino estaba escrito, después de la predicción de una bruja, la tarde del 16 de septiembre de 1994, Valor protagonizó una fuga histórica del penal de Devoto.

No lo hizo sólo. Fue con sus compañeros de detención:

“La Garza” Hugo Sosa Aguirre

 Emilio Nielsen

Carlos Paulillo

Julio Pacheco

Se disfrazaron con los guardapolvos de los médicos del hospital penitenciario y, como en una película, treparon la muralla externa con sábanas anudadas y sogas.

“Nosotros bajamos por las sábanas blancas que habíamos colgado y al llegar a la vereda nos encontramos en banda. Corrimos y apretamos a un remís”, aseguró Valor en una entrevista.

La fuga les costó a los ladrones una condena de siete años. En rigor, ninguna huida es penada. Fueron juzgados por los daños causados, el uso de armas de guerra y la resistencia a la autoridad.

Fue un escape mítico, uno de los más emblemáticos de la historia criminal argentina. Tras la huida, Valor estuvo prófugo 244 días. No pasó más de dos noches seguidas en un mismo lugar.

Más de 300 policías lo buscaron por todo el país con una recompensa de 300 mil dólares. Lo detuvieron cuando pasaba la noche en un refugio de General Rodríguez con su mujer.

Desde entonces pasó sus días en prisión. Ahora está libre y no lo cambia por nada.  Además, su nueva vidente le aseguró: “Valor, si vuelve a robar no va a llegar a la cárcel. Va directo al cementerio”.