Un hincha de 56 años murió de un infarto en La Plata tras los graves incidentes en el partido entre Gimnasia y Boca. 

¿Qué pasó durante el encuentro?

Mientras se disputaba la fecha 23 de la Liga, una nube de gases lacrimógenos, que venían desde afuera del estadio, invadió el campo de juego. El partido fue suspendido a los 9 minutos del primer tiempo.

Los enfrentamientos entre los hinchas y la Policía Bonaerense comenzaron cuando cerraron las puertas del estadio del Lobo. Las tribunas ya estaban completas, y afuera aún una multitud tenía su entrada en la mano.

La respuesta de la policía, con balas de goma y gases lacrimógenos, afectó  primero a los espectadores y luego a los propios futbolistas.

Aproximadamente 45 minutos después, el partido fue suspendido oficialmente en  medio de un caos: los hinchas desesperados intentaban respirar; familias enteras descompuestas y heridos de balas de goma.

César Regueiro, de 56 años, falleció de un paro cardíaco.

“Se produjo por una muerte súbita. Intentaron reanimarlo sin éxito”, dijo Sergio Berni, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

Esta versión fue contrastada por la familia de Regueiro. “Mi papá nunca sufrió del corazón, mi papá murió porque en la cancha no lo asistieron, él estaba vivo. Lo mató la Policía”, aseguró Estefanía Regueiro.

La Policía Científica de la PFA encontró más de 400 cartuchos de escopeta en las inmediaciones del estadio de Gimnasia.

El gobernador Axel Kicillof reconoció que el dispositivo de la Policía Bonaerense “no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron al estadio”. Separó de su cargo al jefe del operativo del partido.

El estadio Juan Carmelo Zerillo quedó clausurado y, dada la gravedad del caso, es posible que el encuentro se reanude en otro estadio, con fecha a confirmar, pero eso sí: a puertas cerradas.