Expertos advierten que con el boom de la Inteligencia Artificial (IA) ya no es necesario tener conocimientos avanzados en diseño para crear imágenes a modo de burla hacia otros.

Es que se puede realizar montajes tanto en fotos como en videos, difundirlos como reales y sin ningún freno alcanzar la viralización en redes sociales.

Las fotos y videos creados por IA no siempre tienen algún código interno con el que se las pueda identificar, de manera que solo el ojo humano puede discernir si se trata de algo verdadero o falso.

Recientemente, en Perú un grupo de padres denunció que estudiantes de una conocida escuela privada utilizaron imágenes de alumnas, editadas con IA sobre cuerpos desnudos, para comercializarlas sin su consentimiento.

El caso, que es investigado por la Fiscalía, no solo es considerado como ciberacoso o ciberbullying, incluso se evalúa si se hubo alguna infracción a la ley penal por pornografía infantil.

En Lima el 61% de los niños aseguró haber sufrido ciberbullying, el 23% realizó retos virales peligrosos, mientras que en menor medida hubo casos de grooming con un 12% y sextorsión con un 4%, según las cifras publicadas en el diario El Comercio.

Si bien se busca tomar medidas para frenar estos hechos, la prohibición de programas de IA parece no ser una opción ya que herramientas similares se generan cada día y están al alcance de cualquiera.