Es un superalimento, originario de América central. Proporciona fibras, ácidos grasos y proteínas vegetales, entre otros nutrientes imprescindibles en una dieta balanceada.

La chía es un cultivo de la planta Salvia hispánica L, la cual constituyó junto al maíz, los porotos y amaranto, la base de la alimentación de las culturas Mesoamericanas hace unos 3500 a. C.

Expertos de la Escuela de Salud Pública TH Chan, de Harvard, indicaron que la semilla de chía es denominada como un alimento funcional, ya que más allá de su valor nutricional entre sus “puntos a favor” impulsa la disminución del colesterol, mejora la salud intestinal, reduce el apetito y el peso, baja los triglicéridos y mejora de los niveles de azúcar en la sangre, ideal para quienes padecen diabetes tipo 2.

Las semillas de chía cuentan con ácidos grasos omega-3 que benefician la salud cardiovascular, disminuyendo el colesterol, regulando el ritmo cardíaco y la presión arterial.

1.

Previenen la formación de coágulos de sangre y disminuyen la inflamación. Proporcionan energía y ayudan a los pulmones, el sistema inmunitario y el sistema endocrino.

A partir de sus fibras, previenen la constipación, los divertículos y la aparición de cáncer de colon. Ayuda a controlar el azúcar y las complicaciones de la diabetes.

2.

Mejora la digestión

La chía es rica en fibra y se mueve lentamente a través del estómago, provocando saciedad por más tiempo. Según la Escuela de Salud Pública TH Chan, cuenta con 9 aminoácidos esenciales para el crecimiento y la reparación de células y tejidos.

3.

Generan sensación de saciedad

Poseen un gran número de antioxidantes que reducen la acción de radicales libres, evitan la alteración de membrana celular, y previenen el envejecimiento celular y enfermedades crónicas no transmisibles y/o degenerativas.

4.

Ayudan a retrasar el envejecimiento celular

Incorporarlas en las ensaladas, como un aditivo.

Se pueden consumir molidas o activadas en agua.

Se recomiendan dos cucharadas soperas diarias en adultos y una cantidad similar, pero en medida “de café” para los chicos.

Recomendaciones de los expertos:

Para sumarlas a la dieta habitual es necesario realizar una consulta médica, ya que hay personas que pueden experimentar efectos secundarios, como hinchazón, gases y hasta calambres.

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