Sentirse somnoliento o estar excesivamente cansado, pueden ser signos de bajos niveles de energía que, muchas veces, un café no logra evitar. Pero existen formas probadas de darle mayor fuerza al organismo.

Los expertos señalan los hábitos que hay que adoptar, pero en ocasiones obtener un mayor rendimiento y bienestar depende de lo que hay que dejar de hacer.

Este es el hábito por excelencia que roba la energía, según la doctora Mary Valvano, médica del Hospital Concord de New Hampshire y del centro médico BetterNowMD.

“Las células metabolizan los alimentos de manera diferente según la hora del día. Comer la misma comida a las 8 am o a las 6 pm puede afectar la capacidad del cuerpo para usarla como energía”, afirmó.

Pueden tener un efecto contrario al esperado. Afectan la salud del corazón y el cerebro, causan inflamación y aumentan la presión arterial.

Así lo revela un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Dammam, en Arabia Saudita, publicado por la revista de los Institutos Nacionales de Salud.

Abandonar la costumbre de estar todo el día sentados puede generar rápidos y beneficiosos cambios en el organismo.

Un estudio del Biobanco de Reino Unido mostró que “los niveles más altos de actividad física, de intensidad moderada a vigorosa, se asociaron con menores riesgos de hospitalización”.

Los alimentos con un índice glucémico bajo, cuyos azúcares se absorben lentamente, son los más recomendados para potenciar la energía, en vez de patillos altos en carbohidratos.

El estrés crónico es una razón importante para la disminución de los niveles de energía. También pueden estar asociados con infecciones, hipotiroidismo, hipertiroidismo y trastornos del sueño.

Si se experimentan niveles bajos de energía persistentes, se debe consultar a un médico para detectar, a partir de estudios, los motivos.