Es la bebida más consumida en el mundo junto con el agua. Se beben 2.250 millones de tazas por día en todo el mundo, según estimaciones de la Asociación Nacional del Café de EEUU.

Numerosos estudios han demostrado un efecto beneficioso del consumo habitual y moderado de café sobre el funcionamiento de los sistemas nervioso, digestivo y cardiovascular, así como sobre la función renal.

Cada taza de café contiene aproximadamente 100 mg de cafeína, una medida suficiente para aumentar el estado de alerta y evitar la somnolencia.

Es energizante

En general, el efecto de la cafeína se inicia unos 10 a 15 minutos después de la ingesta y alcanza su punto máximo pasados los 45 minutos.

Provee mayor atención, estado de alerta, elevación del estado de ánimo y mayor función cognitiva. También se comprobaron menos fallas cognitivas y síntomas depresivos.

Potencia el estado de alerta

Estudios realizados en distintas partes del mundo aseguran que aquellos que consumen unas tres tazas diarias (unos 270 mg) pueden quemar hasta 100 calorías extras.

Ayuda a la pérdida de peso

Científicos de la Universidad de Nottingham, en Gran Bretaña, revelaron que tomar una taza al día puede estimular un tipo de grasa que se encarga de controlar las grasas, y prevenir la obesidad y la diabetes.

El café contiene antioxidantes y nutrientes que se han relacionado con una mejor función cerebral. Mejora la atención visual y disminuye el tiempo de reacción en dosis bajas y moderadas.

Agudiza la atención

Un estudio reciente evidenció que la ingesta de 2 a 3 tazas de café por día disminuye entre 8 y 15% el riesgo de muerte y de eventos cardiovasculares.

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