Se trata de la especie hallada en Neuquén en 2012, que vivió hace más de 93 millones de años en la Patagonia Norte de la Argentina.

Era un carnívoro de cabeza gigante, patas poderosas y brazos muy cortos, que fueron motivo de estudio de investigadores. Devoraba dinosaurios herbívoros de cuellos largos.

Cuando tenía 45 años, murió en una zona barrosa cercana a un río y sus restos se descompusieron en ese lugar.

Fue descubierto hace 10 años por un grupo de paleontólogos de la Argentina, Estados Unidos y Canadá, en el primer día de una campaña de exploración.

La extracción de los grandes huesos del animal tomó 4 campañas anuales, de 2 a 4 semanas cada una.

Es uno de los especímenes de dinosaurio más viejos del mundo y formaba parte de una especie desconocida hasta ese momento.

Se trata del esqueleto más completo conocido para el grupo de los dinosaurios que forman parte de la familia de los carcarodontosáuridos que habitó en diferentes regiones del mundo.

Un estudio reveló que el tamaño de los brazos del Meraxes gigas son muy robustos, pero cortos en comparación a su cuerpo. Eran similares a los de los seres humanos adultos.

Hipótesis de los investigadores sobre los brazos cortos:

Ayudaba  a los machos a mantenerse sobre las hembras durante la cópula

Servía para desgarrar presas

Les permitía levantarse del suelo más fácilmente