Un estudio realizado en Dinamarca analizó la posibilidad de recontagio a pocos días de haber transitado la infección.

Existen cuatro subvariantes: BA.1, BA.1.1, BA.2 y BA.3. La BA.1 es Ómicron, que se ha diseminado rápidamente en todo el mundo y se transformó en la variante dominante.

Esta cepa porta más de 30 mutaciones en el gen de la espiga, en comparación con la cepa original de Wuhan, y está asociada con mayor transmisibilidad y escape inmunitario.

Científicos pertenecientes al Departamento de Bacterias, Parásitos y Hongos del Statens Serum Institut de Copenhague, han observado un aumento espectacular en el número de casos de Ómicron BA.2.

Con el aumento de BA.1 y BA.2, se ha observado una gran cantidad de reinfecciones, según lo define el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).

Los resultados de los estudios indican que es posible infectarse dos veces con dos subvariantes diferentes del coronavirus Ómicron, pero rara vez sucede.

Las reinfecciones, según verificó la investigación, afectaron principalmente a individuos jóvenes y no vacunados, y solo causaron una enfermedad leve. Ninguna provocó hospitalizaciones o muertes.

Otro estudio realizado en EE.UU advirtió que las nuevas variantes “podrían prolongar la oleada de Ómicron”, pero los expertos desestimaron que genere “un aumento adicional”.

El aumento de la prevalencia de BA.2 en varios países sugiere que tiene una ventaja de crecimiento sobre otras variantes circulantes aunque no representa un peligro de colapso para los sistemas de salud.