“Pasan dos cosas en simultáneo. Por un lado, el tema violencia se pone en agenda y muchas mujeres se empiezan a animar a hablar o hasta logran identificar que un comportamiento que padecían efectivamente es una de las formas de las violencias por motivo de género. Lo otro que sucede es que se difunde muchísimo la existencia de la línea”, destacan fuentes de la línea especializada del ámbito porteño.