Es una intoxicación ocasionada por la bacteria Clostridium botulinum, que en entornos pobres en oxígeno produce toxinas peligrosas.
“La toxina botulínica es una de las sustancias más mortales que se conocen y requiere atención médica de urgencia”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte:
Puede transmitirse por el consumo de alimentos que no se han procesado adecuadamente.También por heridas, inhalación y agua, aunque es muy poco frecuente. No se transmite de persona a persona.
Los síntomas incluyen:
Dificultad para tragar o hablar
Visión doble o borrosa
Caída de los párpados
Boca seca
Debilidad muscular
Debilidad facial y parálisis
Fuente: OMS
Puede presentarse en:
Latas hinchadas o abombadas.
Latas con oxidación en bordes y en puntos de unión.
También son una advertencia:
Las tapas metálicas hinchadas (en el caso de conservas de vidrio).
Los alimentos que huelen mal, presentan pérdidas de color o cambios de textura.
Las conservas caseras son las más peligrosas, ya que no garantizan una esterilización como la industrial.
El tratamiento consiste en aplicar antitoxina tras el diagnóstico clínico. Algunos casos requieren utilizar un método de respiración asistida.