Luego de tres años de pandemia por coronavirus, el régimen de Beijing levantó las restricciones vigentes y entierra la política del “COVID cero”.

China reabrió sus fronteras a los turistas y volverá a emitir todas las clases de visas, en un intento de impulsar su economía y su industria turística.

También se permitirá la entrada sin visa en destinos como la isla de Hainan y para cruceros que lleguen a Shanghái que no tenían requisito de visas antes del COVID.19.

Los extranjeros con visas anteriores al 28 de marzo de 2020, que sigan siendo válidas, podrán entrar en China. Se permitirá el acceso sin visa para extranjeros que lleguen a Guangdong, en el sur de China, desde Hong Kong y Macao.

Sin embargo, desde el sector turístico no esperan una afluencia masiva de visitantes a corto plazo ni un impulso significativo de la economía. En 2019, los ingresos por turismo internacional representaron solo el 0,9%.

La reanudación de la emisión de visados para turistas es un gesto de China hacia el mundo, tras haberse aferrado a una estricta política de “cero COVID” que estuvo activa hasta este año.

Las opiniones desfavorables sobre China entre las democracias occidentales se han endurecido debido a la preocupación por los derechos humanos, la agresiva política exterior de Beijing y la gestión del COVID-19.