La epilepsia es una enfermedad que padecen unas 50 millones de personas en todo el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de un trastorno cerebral que se diagnostica a una persona cuando tuvo dos o más convulsiones. Es un cambio breve en la actividad normal del cerebro.

Para esos episodios, hay nuevas alternativas terapéuticas que brindan resultados favorables, aunque se debe tener en cuenta que existen diferentes tipos de crisis.

Las crisis ocurren cuando el sistema eléctrico del cerebro deja de funcionar correctamente por un breve período de tiempo.

En la mayoría de los casos no es necesario llamar a un médico, a menos que: la crisis dure más de 5 minutos, si la persona tiene fiebre o diabetes, si atraviesa un embarazo o si se le dificulta respirar.

En caso de una crisis epiléptica hay que mantener la calma, ayudar a que la persona no caiga al suelo, no contener sus movimientos, tomar el tiempo de la convulsión y desalojar el área.

También, es recomendable poner a la persona de costado para mantener las vías aéreas libres; apoyar su cabeza en algo plano y no tratar de forzarla para abrir la boca.