Los fuegos artificiales impactan negativamente en las mascotas. Cuál es la explicación de los especialistas sobre la sensibilidad extrema que sufren los perros cuando se ven expuestos a estos sonidos.

Cuando hay una tormenta, los animales perciben un cambio en su entorno denominado ozonización de la atmósfera. A diferencia de los humanos, pueden percibir una lluvia cinco o seis horas antes.

El animal recibe a los fuegos artificiales como una tormenta sin aviso e impacta directamente en el sentido auditivo.

Estudios veterinarios han constatado que el oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el de los seres humanos, por lo que el estruendo podría dañar gravemente su capacidad auditiva.

Además, los ruidos causados por las explosiones generan en los animales un miedo extremo que puede llegar a un intenso grado de estrés.

Esta situación de estrés puede despertar reacciones de pánico y conductas no habituales, como escapar, perderse, lastimarse, o lastimar a las personas.

Entre las consecuencias pueden padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros.