La pérdida brusca del olfato, conocida como anosmia, es uno de los principales síntomas del COVID-19. Algunos pacientes sufren la pérdida del olfato aún sin sentir congestión nasal.

La mayoría de las veces el gusto también se ve afectado, ya que trabaja junto al olfato para crear el sabor.

Estas son las 5 claves para entender cómo el coronavirus altera el olfato, a partir de los hallazgos que han realizado investigadores científicos.

El virus no puede infectar a las células nerviosas que detectan los olores, pero ataca a otras células de soporte que recubren la cavidad nasal.

1- El coronavirus no puede entrar en células olfatorias

2-  La infección dispara una inflamación que sí afecta a las células olfatorias

El COVID puede gatillar un mecanismo de inflamación que causa estragos en los receptores del olfato.

De acuerdo con un estudio, el virus no invade las neuronas, sólo entra en las células que desempeñan funciones de apoyo en el sistema olfativo.

3- La pérdida del olfato puede variar en su duración

4- Se puede volver a tener un buen olfato

Las neuronas relacionadas con el olfato no mueren, por lo que el sistema puede recuperarse una vez resuelta la enfermedad.

5- La alteración del olfato puede afectar la salud mental

Se descubrió que el estado de ánimo y la ansiedad se asociaban positivamente con los síntomas de disminución del sentido del olfato y del gusto.