Un reconocido psiquiatra estadounidense investigó el caso de un paciente. El hombre tuvo notables mejoras tras dejar de beber los fines de semana.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres millones de personas mueren cada año en el mundo debido a la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.

Esto representa el 5% del total de muertes a nivel mundial. Además de los desenlaces fatales, esta sustancia puede influir notoriamente en los cuadros de ansiedad y de depresión.

Según lo explicado en Washington Post por el psiquiatra Richard Friedman: “Los efectos negativos se retrasan. Ese lapso de tiempo hace que sea difícil ver la conexión entre el alcohol y sus efectos adversos”.

El alcohol es inmediatamente gratificante, dependiendo de qué tan rápido bebamos y qué tan rápido aumentemos el nivel de alcohol en la sangre, y es a su vez relajante, eufórico y desinhibidor”, señaló el experto.

Según Friedman, “el alcohol tiene impresionantes efectos sedantes y se dirige al receptor GABA en el cerebro -el principal neurotransmisor inhibitorio-, aumentando su actividad y mediando el efecto calmante”.

Para el especialista, “no hay duda de que beber en exceso es malo para el cerebro, pero la evidencia reciente sugiere que incluso beber moderadamente genera un tiempo de reacción más lento”.

Friedman sugirió que si una persona “se siente ansiosa, deprimida, cansada o confusa, intente eliminar el alcohol durante una semana o dos". "Los resultados pueden ser gratamente sorprendentes”, concluyó.