Existen hábitos nocivos para la salud que aceleran el envejecimiento. Muchos de ellos son fáciles de identificar, pero otros son cotidianos y pasan desapercibidos. A continuación, las 7 conductas a evitar.

Sobreexposición al sol: si bien es la forma de obtener

Vitamina D, se recomienda utilizar protección y no estar largas horas bajo los rayos para evitar marcas, manchas o arrugas.

Falta de sueño: distintas investigaciones científicas

señalan que provoca cansancio, irritabilidad y tiene consecuencias severas en la salud, como un sistema inmunológico debilitado.

Deshidratación: el smog y la polución, además de la

vida diaria, provocan que la piel se resienta y pierda su humectación natural. Por este motivo, los expertos destacan la importancia de usar cremas hidratantes.

Sedentarismo: la realización de actividad física frecuente

es esencial para el organismo y para la piel, ya que estimula la circulación de la sangre.

Estrés: las corridas diarias pueden tener un efecto

multiplicador del estrés, más aún cuando se trata de personas con abundante trabajo, problemas familiares o de pareja.

Alcohol: deja una huella en la piel y en el organismo, ya que

al ingerirlo el cuerpo se deshidrata de forma más acelerada.

Tabaquismo: Según los especialistas el humo induce

exactamente los mismos cambios celulares que los rayos UV para dañar la piel, razón por la cual los fumadores muestran un envejecimiento rápido.