Los crímenes cibernéticos mueven millones de dólares al año y son cada vez más frecuentes en el mundo.  Consejos para detectarlo a tiempo.

Uno de los modos más usuales en el que los delincuentes se hacen pasar por entidades legítimas como bancos, oficinas públicas o áreas de soporte de comercio electrónico.

Convencen a las personas de que les compartan datos personales. Incluso, llegan a crear sitios web “piratas” que parecen oficiales para confundir y hacer que les envíen información personal.

Estos virus informáticos que dañan los dispositivos, también pueden robar datos de los usuarios como las claves de las tarjetas de crédito al detectar las teclas que se pulsan.

Llegan a instalarse en ordenadores y celulares cuando el usuario abre un link que le fue enviado al correo electrónico, aunque también se encuentran en sitios web como publicidades invasivas.

Son malwares que se instalan en las páginas de pago de las tiendas virtuales oficiales con el objetivo de sustraer los datos de las tarjetas de crédito ingresadas.

Atacar directamente a una empresa o departamento estatal como un centro de salud o un banco resulta mucho más beneficioso para los cibercriminales que robar a cada usuario.

Es común conectarse a la red de aeropuertos, restaurantes o comercios. Como no son privadas, pueden ser vulneradas fácilmente para espiar los datos de navegación de los usuarios.