Fue una de las jugadas que impulsó modificaciones estructurales en los cuerpos técnicos. En Italia '90 otra mano de Maradona le dio aún más fuerza a los cambios de la FIFA.

¿Cuáles fueron?

Se enfrentaban Argentina e Inglaterra en el Estadio Azteca. A los cinco minutos y 26 segundos del segundo tiempo, el 10 saltó a la par del arquero Peter Shilton e hizo un gol que marcó la historia.

Maradona comenzó a festejar, mientras de reojo miraba al juez de línea Bogdan Dotchev, quien no indicó nada anormal. El árbitro, el tunecino Ali Bennaceur, se hallaba mal posicionado y no vio la picardía.

El gol no fue anulado y se inmortalizó como “La mano de Dios”. Esta jugada histórica no fue la única que debió ser anulada si hubiera existido el VAR.

En el Mundial de 1990, durante la victoria de Argentina sobre Unión Soviética en el Estadio San Paoli, Diego impidió un gol con el brazo. Esto generó modificaciones en el reglamento de la FIFA.

Obligó a replantear en la Comisión de Árbitros y en la IFAB cambios en cuanto al profesionalismo. Pasaron de darles a los jueces un viático por su participación a una retribución acorde a la  responsabilidad.

Nuevo reglamento

Se creó un nuevo protocolo que hoy se cita como “Directrices prácticas para los miembros arbitrales”. A la autoridad de un partido de fútbol se le enseñó a transitar y posicionarse en el campo de juego.

Se reglamentó que todos los árbitros/as aprendieran el idioma inglés como el oficial, para que no ocurrieran hechos como lo expresados por el línea búlgaro Dochev, luego del gol del Diego ante Inglaterra.

A los jueces de línea se les cambió el nombre por “árbitros asistentes”. Y pasaron a respaldar al juez principal en todo lo que ocurriera durante el juego, tanto en el plano técnico como disciplinario.