La Justicia aún investiga un avión de carga que aterrizó el 6 de junio en Ezeiza. Tenía bandera venezolana, pero había pertenecido a una empresa iraní y llegó con 19 personas a bordo.

Al siguiente día del arribo del avión, se les prohibió a los tripulantes salir del país. Sin embargo, su abogado pidió que se les devuelva el pasaporte ya que “no existe indicio de delito”.

Finalmente, el juez federal Federico Villena informó que solo se mantendrá vigente la prohibición de salida del país para 7 de las 19 personas que estaban a bordo.

El juez sostuvo que hay “indicios concretos” sobre:

Gholamreza Ghasemi (piloto)

► Abdolbaset Mohammadi

► Víctor Pérez Gómez (gerente general de Operaciones)

► Mario Arraga Urdaneta

► José Garcia Contreras (mecánico)

En el caso del piloto Gholamreza Ghasemi, la prueba más valiosa es un informe del FBI que lo vincula con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní y con la organización libanesa Hezbollah.

Villena también tuvo en cuenta que el piloto y Abdolbaset Mohammadi realizaron al menos siete vuelos a Damasco, Siria.

Por su parte, los dos venezolanos están vinculados a una serie de irregularidades financieras de la carga del avión.  El fallo menciona la apertura de cuentas bancarias en Panamá y Singapur.

Además, a Pérez Goméz la Justicia le secuestró una nota dirigida a Samir Maklad, quien “se trataría de una persona que podría estar vinculado a Hezbollah”.

No hay indicios puntuales sobre los otros dos iraníes, Saeid Vali Zadeh y Mohammad Khosraviragh, pero deberán permanecer hasta que termine la pericia sobre sus teléfonos y computadoras.

El resto de la tripulación (un iraní y once venezolanos) podrán volver a sus países de origen en vuelos de línea.

¿Qué pasará con el avión? Todavía no se definió la situación del Boeing 747-300, que sigue en el Aeropuerto de Ezeiza. Su situación se analiza en un incidente aparte y hay dudas sobre su titularidad.