La Organización Mundial de la Salud (OMS) vigila la nueva mutación que nace de la combinación de Ómicron BA.1 y el sublinaje BA.2, también conocido como Ómicron silenciosa.

Surgió en Reino Unido a finales de marzo y ya está presente en varios países de Europa, en India, Japón y Brasil.

Los especialistas advierten que XE se podría transmitir un 10% más rápido que sus antecesoras, aunque aún sigue en estudio su potencialidad.

Las primeras estimaciones de la OMS no indican que la nueva variante tenga síntomas diferentes a los generados por las cepas ya conocidas del SARS-CoV-2 ni que los cuadros médicos revistan mayor gravedad.

Los síntomas continuarán siendo: fiebre, fatiga, secreción nasal, dolor de garganta y de cabeza.

Los especialistas en virología y genómica no creen que la recombinante XE sea más grave o resistente a las vacunas que otros tipos de Ómicron.

Las vacunas brindaron una buena protección contra enfermedades graves y muerte por las variantes anteriores, pero se necesita una tercera dosis para brindar el mismo nivel de protección contra Ómicron, advirtieron los expertos.

A medida que los virus mutan con el tiempo, es probable que se produzcan nuevas recombinaciones y sigan apareciendo variantes.