En el balotaje de 2023, el voto en blanco representó solo el 1,55%, a pesar de las especulaciones sobre un posible aumento.

Esta cifra fue significativamente menor que el 5,5% registrado en las PASO anteriores. Aunque se esperaba un incremento justificado por la falta de representación para algunos votantes, esta tendencia no se materializó.

La participación electoral aumentó en comparación con las PASO, alcanzando el 76,32% del padrón.

La alta participación, junto con la baja incidencia de votos en blanco y nulos, contribuyó al amplio margen de victoria del candidato libertario, Javier Milei, sobre el ministro de Economía, Sergio Massa.

La participación en el balotaje fue del 76,3%, ligeramente inferior a la de la elección de octubre. En esta segunda vuelta, la concurrencia estuvo 1,34 puntos por debajo del porcentaje en las generales. Votaron 533.202 ciudadanos menos.

Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, fue la segunda elección presidencial con más baja participación desde 1983.