Las dos fuerzas políticas que competirán el 19 de noviembre en el balotaje han planteado propuestas educativas con diferencias significativas. Uno de los principales temas es el financiamiento del sistema educativo argentino.

A mediados de septiembre, Sergio Massa presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de Ley de Financiamiento Educativo, que ya está tratando la Comisión de Educación de Diputados.

El proyecto propone aumentar la inversión en educación al 8% del PBI, a pesar de que en los últimos 13 años solo una vez se cumplió con el 6% establecido por la actual legislación.

De aprobarse la ley, el 6,5% del PBI estará destinado a ampliar y mejorar la cobertura educativa de niños y niñas de entre 45 días y 3 años, la educación obligatoria (desde sala de 4 hasta secundaria) y la formación docente. Mientras que el 1,5% restante se destinaría a la educación universitaria.

En este financiamiento también está contemplado continuar con la distribución de libros, la ampliación del calendario escolar de 180 a 190 días de clase y de las becas Progresar. Prevé además la extensión de la jornada escolar en primaria.

Proyecta continuar con la entrega de equipamiento tecnológico y conectividad, a través de Conectar Igualdad, y sostener el plan de construcción de 100 nuevas escuelas técnicas.

Durante la campaña tuvo resonancia la propuesta de Javier Milei de pasar del actual financiamiento a la oferta educativa (las escuelas) al financiamiento de la demanda (las familias) por medio de un sistema de vouchers.

El plan de gobierno de La Libertad Avanza, señala que la idea de los vouchers sería un “programas piloto” implementado “en acuerdo con las provincias”. Y asegura que “este sistema garantiza que los argentinos sigan teniendo educación sin costo pero puedan elegir en qué institución se forman sus hijos”.

Milei explicó en varias entrevistas que considera que el financiamiento a la demanda alentará la competencia entre escuelas y que eso redundará en un “círculo virtuoso” de mejora de la calidad educativa.

“Aquellas escuelas que no brinden un buen servicio, quebrarán, y las que quiebren probablemente pasen a manos de las que se expanden”, señaló en una entrevista en TV, en la que mencionó que en este tema lo asesora un empresario que tiene 40 escuelas con 25.000 alumnos en Suecia.