La diferencia entre el tipo de cambio oficial y los dólares financieros bajó por debajo del 10%, el nivel más bajo desde agosto de 2019, antes de las restricciones del gobierno de Mauricio Macri.
Se prevé un dólar unificado a corto plazo debido a la convergencia de los precios del dólar oficial y los alternativos, que podría llevar a la eliminación de los controles cambiarios.
Un análisis del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) señaló que la menor brecha cambiaria, la disminución de expectativas de devaluación y la perspectiva de apoyo crediticio internacional sostuvieron el escenario de estabilidad financiera y cambiaria.
Desde Max Capital indicaron que, aunque algunas importaciones y parte del turismo se financian actualmente con ahorros internos en dólares, con el tiempo “la fortaleza del peso generará mayores salidas de estas fuentes”.
Según los analistas, el dólar de equilibrio podría rondar los $1.100, aunque todavía está condicionado por los controles cambiarios y la alta tasa de interés.
En los últimos cinco años, la circulación monetaria se multiplicó por 17, afectando el valor del dólar, que actualmente debería ser más alto si se ajustara por la expansión monetaria.
El tipo de cambio real se encuentra por debajo de su nivel de equilibrio teórico, sugiriendo una posible devaluación discreta para alcanzar un valor de aproximadamente $1.235 por dólar.
Si se ajustara el dólar por la inflación acumulada desde noviembre de 2019, el dólar libre debería cotizar cerca de $2.180, lo que refleja la disparidad con los valores actuales.