Los investigadores estiman que en la Argentina existen más de 2 millones de trabajadores formales en situación de pobreza, en base a un cálculo hecho sobre la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que toma en consideración los principales conglomerados urbanos del país y excluye las ciudades de menos de 200.000 habitantes. Si se extrapolara a la totalidad de la población, la cantidad podría ser aún mayor.
Entre los "perdedores", mencionan a muchas actividades muy masivas y formalizadas cuyos trabajadores no pudieron evitar caer en la pobreza. En ese grupo, figuran los obreros de la construcción, empleados de comercio, “oficinistas de tareas rutinarias”, limpiadores tercerizados de hotelería y personal doméstico.