Según señala Israa Nasir, psicoterapeuta radicada en Nueva York y autora del libro Productividad tóxica: Recupere su tiempo y su energía emocional en un mundo que siempre exige más, a Business Insider: “Cada generación está realmente luchando por encontrarle sentido a cómo debería ser su vida en este momento. Lo que parece para distintos grupos de edad es diferente”.
Por ejemplo, lidiar con responsabilidades financieras, cuidar de generaciones mayores. Son padres cansados, abrumados y estresados que están haciendo lo posible para ayudar a sus hijos a navegar por los servicios de salud mental, al mismo tiempo que se enfrentan a todo lo que sucede en sus propias vidas.
La Generación Z, aquellos jóvenes entre 14 y 26 años, centra sus preocupaciones en las incertidumbres identitarias, pensamientos reiterados sobre la imagen corporal y ansiedades vinculadas a la aceptación social, intensificadas por las redes sociales. Entre las preocupaciones de volverse adulto también están el cambio climático y las injusticias globales.
La Generación Alfa, los nacidos desde 2010, aun en su infancia, enfrentan retos particulares en salud mental. Según los CPC de EEUU, casi uno de cada cinco niños tiene un trastorno mental, emocional o de conducta. Los más frecuentes son el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la ansiedad.