Rusia está tratando de acelerar sus objetivos para lograr alguna clase de éxito antes del 9 de mayo, cuando se conmemora la victoria en la Segunda Guerra Mundial.

Para esto, reorganizó su cúpula militar en Ucrania y designó el nuevo primer eslabón de la cadena de mando en la invasión. Se trata del general Alexander Dvornikov, que comandó las tropas en Siria.

El ejército ruso mantiene grupos operativos con mandos independientes pero, a más de 40 días del inicio de los ataques, no ha logrado cumplir sus objetivos ni tomar grandes ciudades del país.

En las últimas semanas anunció un repliegue para concentrarse en el este. Putin apunta a poner por delante “imperativos políticos” frente a otras “prioridades militares”.

Moscú reconoció haber sufrido “importantes bajas” entre sus militares desplegados en Ucrania y el vocero ruso, Dmitri Peskov, dijo que para ellos “esas bajas implican una gran tragedia”.

Rusia se acerca al default Su deuda fue degradada a “impago selectivo” por la agencia S&P. Esto se da luego de  que Moscú liquidara con rublos una partida nominada en dólares.

La calificación “SD” es casi la más baja del escalafón, un nivel por encima de la “D”, que indica el default.