En muchas localidades pequeñas de Turquía escasean los materiales de higiene, no hay agua y miles de personas se encuentran bajo una ola polar. ¿Cuál es el temor de las autoridades?

El peligro de epidemias comienza a amenazar a las 10 provincias del sureste de Turquía golpeadas por el sismo. En la zona viven 13 millones de personas y los servicios básicos han quedado muy dañados.

Los afectados por el terremoto sufren la escasez de materiales de higiene y la falta de agua. Además, las personas se encuentran a la intemperie bajo un frío glacial.

“Uno de los problemas más importantes son los aseos portátiles. La situación de las mujeres es especialmente difícil. También es una necesidad esencial para el personal de rescate”, señala el diario local Hurriyet.

Onder Isleyen, miembro de la directiva de un partido de izquierda, señaló que la provincia de Hatay es de las más afectadas y que teme que pronto pueda darse una epidemia.

“La desesperación es total. No hay tiendas, ni material de limpieza, ni aseos. Esto es un peligro para la salud pública”, explica. Isleyen indica que los trabajos de rescate se concentran en las zonas céntricas y no en las periféricas.

Pese a que más de 100.000 rescatistas y personal de emergencias trabajan en la zona, su enorme tamaño, el alto grado de destrucción, las más de mil réplicas registradas y el frío complican los trabajos.