María Marta García Belsunce fue asesinada el 27 de octubre del 2002. Veinte años después, los acusados y los testigos volvieron al banquillo y hubo declaraciones explosivas.

En la sexta jornada del juicio por el crimen que ocurrió en el Country Carmel, fue clave la declaración del segundo testigo del día: Mariano Maggi.

Maggi es un empresario dueño de concesionarios, que en el año 2000 (dos años antes del homicidio de la socióloga tuvo una fuerte pelea con Nicolás Pachelo por la venta de un vehículo.

El hombre explicó que el principal imputado del asesinato lo estafó con cheques falsos por un monto de 25 mil dólares. Bajo juramento, aseguró que el acusado rompió dos veces los vidrios de su concesionaria.

Además, el testigo manifestó que lo amenazó varias veces: “Si tuve los huevos para matar a mi padre, imaginate lo que puedo hacer con vos. Matarte no me significa nada”.

Roberto Pachelo, padre de Nicolás, fue encontrado con un tiro en la cabeza en su casa. Si bien la causa fue cerrada como suicidio, la propia familia Pachelo sembró dudas en el expediente.

Pero ese no fue el único testimonio que complicó al sospechoso. Cristina Barrientos, personal doméstico del country, contó ante la justicia un diálogo que había tenido con una empleada del acusado.

“Salí a caminar por el barrio y me cruzo con esta empleada de Pachelo, que me cuenta que en su casa estaba la mascota de María Marta secuestrada y que Pachelo le había pedido rescate”, aseguró.

El secuestro de Tom fue mortificante para María Marta y provocó que pida la expulsión de Pachelo algo que, según la acusación de los fiscales, generó un odio particular del vecino hacia la víctima.