Más de 8.300 civiles han muerto en Ucrania desde la invasión rusa iniciada el 24 de febrero, según una investigación ucraniana publicada por el fiscal general del país, Andrii Kostin.

Entre los fallecidos hay 437 menores de edad y los heridos serían más de 11.000, según recoge la agencia de noticias ucraniana UNIAN.

Se denunciaron 45 mil crímenes de guerra y se ha identificado a 216 presuntos agresores, incluidos 17 prisioneros de guerra rusos. 12 de los 60 acusados han sido imputados formalmente.

En las regiones recuperadas continúan apareciendo fosas comunes y cuerpos con indicios de torturas y ejecuciones. Se prevé un incremento en los números oficiales conocidos hasta el momento.

Ucrania rechazó recientemente cualquier tentativa de negociar con Rusia, pese a que los bombardeos enemigos de las últimas semanas han inutilizado casi la mitad de la red energética del país, en la previa del invierno.

“Los compromisos amorales acarrearán más sangre. Una paz auténtica y duradera sólo puede ser resultado del total desmontaje de todos los elementos de la agresión rusa”, dijo el presidente ucraniano Volodimir Zelensky.

El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, considera que EEUU, la OTAN y la Unión Europea “no quieren romper definitivamente con Rusia, pues eso significaría la Tercera Guerra Mundial”.