La inflación en Estados Unidos volvió a acelerarse en febrero. Llegó a su valor más alto de las últimas cuatro décadas, según indicaron desde la Oficina de Estadísticas Laborales.
Se prevé que la reciente suba de los precios del petróleo y el gas, vinculada a la invasión de Rusia a Ucrania, mantenga las tasas elevadas hasta bien entrada la segunda mitad del año.
El índice general de precios al consumo del mes de febrero aumentó un 7,9% con respecto al año pasado, lo que supone un incremento con respecto al 7,5% de enero y la tasa más alta desde junio de 1982.
La llamada inflación subyacente (core inflation), que excluye componentes volátiles como los precios de alimentos y energía, subió un 0,5% en el mes y un 6,4% en el año, el nivel más alto desde 1991.
La inflación ha sido una de las mayores preocupaciones del mercado durante el último año, incluso antes de la última suba del precio del petróleo”, dijo Robert Schein, de Blanke Schein Wealth Management.
Se espera que el banco central estadounidense suba las tasas de interés para combatir la inflación. Los economistas esperan hasta 7 subas este año.
Sin embargo, los datos del IPC del mes pasado no recogen totalmente el repunte de los precios del petróleo tras la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero.
Luego de las duras sanciones a Rusia, los precios de la gasolina en EEUU están alcanzando una media de 4,318 USD por galón, frente a los 3,469 USD de hace un mes.
Para David Kelly, de JPMorgan Funds, la guerra entre Rusia y Ucrania mantendrá la inflación “incómodamente alta en el segundo trimestre”.
Los hogares con menores ingresos son los que más se ven afectados por la alta inflación, ya que gastan más de sus ingresos en alimentos y gasolina.