La muerte del cantante de folklore argentino, Jorge Cafrune se dio en pleno apogeo de la dictadura militar. En la ruta 27, una camioneta lo atropelló y su caballo terminó encima de él.
Según esa versión, el caballo que montaba le clavó las patas en el pecho, le produjo diez fracturas en sus costillas y politraumatismos en el cráneo. Llegó sin vida al hospital de Tigre.
En 1978, con 40 años, fue uno de los artistas más populares en su género. Pero las sospechas sobre su muerte iban más allá e involucraban a la dictadura.
Durante el juicio a las Juntas, dos sobrevivientes del centro clandestino “La Perla” habían declarado que durante el cautivero escucharon que el teniente 1° Carlos Villanueva fue el que dispuso la muerte del cantor.
El motivo que habría encontrado el teniente fue que Cafrune violó la censura al participar de la edición de 1978 del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, donde cantó su hit: “Zamba de mi esperanza”.
A esa teoría se le suma un dato clave: la camioneta que embistió a Cafrune fue utilizada años atrás por el Ministerio de Bienestar Social y el papá del conductor había trabajado para su titular, José López Rega.
Lo cierto es que la investigación no llegó a ninguna conclusión y la hipótesis del accidente fue la más aceptada y la que perduró durante años.