Ser dueño de una Ferrari es ser parte de un club exclusivo donde se exigen ciertas normas éticas que cumplir. El cantante no las cumplió y fue sancionado. ¿Cuáles fueron sus faltas?

El club de Ferrari realiza eventos periódicamente en distintos autódromos, donde cada año se lanza un nuevo modelo y sus clientes VIPs asisten como invitados especiales.

Bieber no pertenece a ese grupo, a pesar de ser una estrella de la música mundial y de haber comprado más de una Ferrari para su colección.

Todo comenzó cuando el canadiense compró un modelo 458 Italia de color blanco y lo llevó a una empresa dedicada a la transformación de autos llamada West Coast Customs.

Justin personalizó el exclusivo modelo.  Ensanchó la carrocería con unos guardabarros, agregó faldones y un splitter delantero.                                       

Además lo pintó de color azul y cambió la insignia Ferrari, situación que enfureció a la marca italiana.

Bieber sumó “puntos en contra” con una detención por circular con el auto sin registro y haber olvidado el auto estacionado en un hotel en Los Ángeles por dos semanas.

Después de las reformas en el auto, el cantante decidió subastarlo.  Algo con lo que la marca tampoco está de acuerdo. El no es el único famoso en la lista: comparte el veto con Nicolas Cage y Mayweather.