Los Musk nacieron en Pretoria, capital de Sudáfrica. Sus padres, Maye y Errol, se casaron en 1970 y tuvieron tres hijos. El más grande fue Elon, seguido por Kimbal, apenas un año menor.

A pesar de vivir en una mansión y ser una familia millonaria, ya que Errol era un empresario ligado a las minas de esmeraldas, la infancia de los niños y de Tosca, su hermana pequeña, fue dura.

Es que su padre era violento con su madre y, con el tiempo, también ellos padecieron los golpes. La escuela tampoco era un lugar seguro: ambos sufrían bullying,

Todo cambió cuando Maye decidió mudarse a Canadá y cortar el vínculo con su marido. Pero la ley sudafricana le impedía sacar sus ahorros del país, por lo que tuvieron que construir su vida desde cero.

Tras la mudanza, Elon y Kimbal querían estudiar Administración en la universidad. Su padre no colaboró, así que todos los gastos corrieron por cuenta de Maye y de ellos mismos.

Poco después fundaron su primera empresa con capital que les brindó su madre. Elon tenía 24 años y Kimbal 23. “Zip2” resultó ser un éxito y cuatro años más tarde la vendieron por US$307 millones.

Los hermanos siguieron invirtiendo juntos, pero abrieron sus caminos. Kimbal se instaló en Nueva York guiado por su pasión: ser chef.

Tiempo después, abrió un innovador restaurante que tiene sedes en las ciudades más importantes de EEUU: The Kitchen.  Fue el pionero de las mesas comunitarias y la comida ‘real’.

Con el tiempo, también innovaría en la producción de verduras en contenedores de transporte e invertiría en Chipotle, una cadena basada en una cultura de negocio sostenible.

Kimbal se casó en 2004 con la artista e ingeniera Jen Lewis, con quien tuvo a sus dos hijos mayores: Luca y August.  Se divorció seis años después y volvió a casarse en 2017 con la activista ambiental  Christiana Wyly.

Con una fortuna estimada por Forbes en US$752 millones, es uno de los principales accionistas de las compañías de su hermano, Tesla y SpaceX. También invierte en los negocios de su hermana, Tosca.