Con la llegada del frío invierno, Europa se enfrenta a uno de los problemas más difíciles: la crisis energética. A esto se suma el conflicto entre Rusia y Ucrania. ¿Qué desafíos enfrenta el viejo continente?

Un artículo publicado en el diario británico The Economist asegura que, si bien Europa ha mostrado unidad y agallas para soportar enormes costes, esta grave situación podría debilitarla y amenazar su posición global.

Según los expertos existe un temor creciente a que la refundación del sistema energético mundial, el nacionalismo estadounidense y las desavenencias geopolíticas amenacen la competitividad.

La crisis energética sigue siendo peligrosa. El 22 de noviembre, Rusia amenazó con estrangular el último gasoducto operativo hacia Europa, mientras los ataques con misiles provocaron cortes de electricidad en Ucrania.

Debido a la reducción drástica de los flujos de gas natural por parte de Rusia, en medio de la guerra, algunos países debieron recurrir a fuentes de calefacción más baratas.

El clamor por leña no se limita a las naciones pobres sino que también ha aumentado en las regiones más ricas de Europa. Los bosques de Alemania, Polonia y la República Checa tienen alta demanda.

“Hemos visto un aumento masivo en la demanda a medida que suben los costos de la energía”, aseguró Nic Snell, director gerente de Certainly Woodo, el mayor proveedor de leña en el Reino Unido.

Según afirma The Economist, la crisis energética de este año podría causar más de 100.000 muertes adicionales de personas mayores en toda Europa.