Al menos 61 cubanos murieron atravesando el estrecho de Florida, por intentar huir de la isla. Entre octubre del 2021 y agosto del 2022 fueron interceptadas 5.000 personas.

“El que se quiera ir que se vaya, estamos pasando tremenda hambre, tremenda necesidad”, aseguraron los cubanos en una manifestación en medio del éxodo migratorio.

La Guardia Costera estadounidense informó el número de muertos al intentar cruzar el estrecho de Florida de forma ilegal.

Huir en balsa no es algo nuevo. En el verano de 1994 más de 35.000 cubanos partieron hacia Miami en lo que se conoció como la “crisis de los balseros”, la mayor emigración marítima de la isla.

El detonante de la nueva oleada de emigrantes ilegales fue la eliminación, en noviembre del año pasado, de la visa para cubanos que viajan a Nicaragua.

Volar hacia ese país centroamericano y realizar el recorrido continental hasta la frontera estadounidense puede costar más de 12.000 dólares, un lujo que pocos cubanos pueden costear.

Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas, con escasez de alimentos, medicinas, combustibles y apagones cotidianos, por el embargo estadounidense y los efectos de la pandemia.