El ex campeón de la NBA modificó sus hábitos y mejoró la alimentación, luego de que un médico le dijera que podía morir si no cambiaba su estilo de vida.

O’Neal explicó a la revista GQ que se despertaba, iba a trabajar y no prestaba atención a su alimentación. “Un día miré hacia abajo y dije: Maldita sea. Mi barriga estaba muy por encima de mi cinturón”.

Su médico le explicó que sufría apnea del sueño y que eso podría causar hipertensión o accidentes cerebrovasculares. Además, le dijo que sus riñones estaban débiles por todos los analgésicos que tomaba.

Dependía de los analgésicos, aunque no era adicto. Ciertos días en los que no podía moverme, simplemente tomaba uno o dos, solo para ponerme en marcha. Pero estoy fuera de eso ahora”, dijo.

Su rutina en la actualidad consiste en una primera comida con frutas. “Tomo un desayuno saludable, solo para sostenerme durante el día”, explicó. Luego, consume pollo o pescado.

O’Neal aclaró que cuando está de gira es más complicado poner en práctica ese plan. “Soy una criatura de hábitos: me encantan los sándwiches, las envolturas, las hamburguesas”, reconoció.

Hoy realiza una rutina de entrenamientos de 30-40 minutos de cardio; pecho, brazos, bíceps y tríceps. Aclara que no corre: “Traté el otro día y dije: ‘¿cómo fui el mejor atleta del mundo?’”, agregó, entre risas.

Además, dejó un mensaje a las personas que buscan iniciar un camino más saludable. “Todo se trata de la dieta. Solo tienes que apegarte a tu rutina. Eso es todo”, concluyó.