Expertos de Harvard analizaron cómo el estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de padecer COVID-19 prolongado.  ¿Qué relación existe entre ambos?.

La mayoría de las personas que contraen la infección por el coronavirus se recuperan en unas semanas, aunque algunas pueden seguir sufriendo el síndrome del COVID prolongado o persistente.

Una buena noticia, es que esta probabilidad puede disminuir con hábitos saludables. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos así lo demostró.

La investigación se hizo al evaluar el estado de salud de mujeres que seguían un estilo de vida saludable.  Esto incluye: no fumar, hacer ejercicio, dormir bien y tener una alimentación de calidad.

Los expertos demostraron que, las mujeres que seguían esos hábitos, tenían aproximadamente la mitad de riesgo de padecer COVID persistente que aquellos que no seguían ningún factor de estilo de vida saludable.

Se estima que entre 8 y 23 millones de estadounidenses padecen COVID prolongado. El síndrome se define como la presencia de síntomas cuatro semanas o más después de la infección inicial por el coronavirus.

Los síntomas pueden incluir fatiga, fiebre y diversos síntomas respiratorios, cardíacos, neurológicos y digestivos.