A los tradicionales destinos de Italia se suma un nuevo paisaje menos popular: los caminos de 2.500 años cavados en la roca.

Esa región de Italia es mucho más que la ciudad de Florencia. La Vie Cave, construida por los etruscos, es una ruta en gran parte cavada como una trinchera de más de 1.600 metros de profundidad.

Son sendas cortadas en la piedra de toba, originada por la acumulación de diversas capas de ceniza solidificada de erupciones volcánicas.

Se trata de caminos ideales para practicar senderismo, cabalgatas y fotografiar la naturaleza.

Las cueva tienen aspectos diferentes. Fueron talladas utilizando una técnica de corte de roca, vista por primera vez en el antiguo Egipto.

Los etruscos vivieron entre 200 y 800 años antes del nacimiento de Cristo y son los ancestros antiguos de la mayoría de los toscanos.

Vie Cave permite recorrer sitios paganos, cristianos y una necrópolis. Aún no se conoce a ciencia cierta las causas por las que los etruscos generaron este recorrido.

Los caminos entrelazan, en un formato irregular, a los pueblos de Pitigliano, Sovana y Sorano.

Algunos de los caminos tienen imágenes cristianas sagradas más modernas, símbolos tallados y santuarios que se instalaron para proteger contra los malos espíritus paganos.

También hay tumbas antiguas, como la de Hildebrando, el nombre común del papa Gregorio VII que lideró la Iglesia Católica entre 1073 y 1085.

Algunos caminos son exuberantes en vegetación, mientras que otros son refugios rocosos bañados por musgo y líquenes.