Tomar poco líquido afecta a las funciones vitales del cuerpo. La sensación de tener sed es el primer indicio de deshidratación.

¿Por qué no hay que esperar?

Mantenerse hidratado es esencial para el correcto funcionamiento del organismo. El agua es el componente mayoritario de las células del cuerpo y, como tal, es la encargada de trasladar los nutrientes a las células y de retirar residuos.

También ayuda a regular la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde los tejidos activos hasta la piel y mediante el enfriamiento del cuerpo a través del sudor.

El agua es un nutriente indispensable sin el cual el organismo no puede sobrevivir ni funcionar correctamente. En el caso de los adultos se traduce en el consumo de entre dos y tres litros al día.

Al subir las temperaturas aumenta el riesgo de deshidratación. Beber agua es esencial para combatir la sed, reponer líquidos y para las funciones fisiológicas más básicas.

La sensación de sed es el primer indicio de deshidratación. Los síntomas incluyen:

► Cefalea, delirio, confusión

► Cansancio

► Mareos, debilidad, aturdimiento

► Boca seca

► Presión baja

► Pérdida de apetito

► Piel enrojecida, pies hinchados, calambres musculares

Intolerancia al calor, o escalofríos.

Constipación.

► Orina de color oscuro