El consumo de alcohol en exceso es nocivo para el organismo. Este hábito agrava las consecuencias a medida que se envejece.

Según la Universidad de Maryland, se estima que en la edad adulta el consumo de bebidas alcohólicas disminuye. Además, el cuerpo comienza a procesar el alcohol de una manera diferente.

El consumo, especialmente en exceso, genera daños al organismo que en muchos casos son de gravedad y pueden llevar a la muerte. ¿Cuáles son los principales?

Hay más probabilidades de tener cirrosis (daño permanente al hígado). Incluso beber con moderación puede provocar problemas en los riñones o hígado graso.

1- Sistema digestivo

Beber alcohol puede aumentar las posibilidades de deshidratación. La piel se vuelve más fina y seca a medida que se envejece.

2- Envejecer más rápido

El consumo excesivo de alcohol durante un tiempo prolongado puede encoger las células cerebrales y provocar daño irreversible.

3- Cerebro

El alcohol puede afectar la forma en que el cuerpo combate enfermedades potencialmente mortales como la tuberculosis o la neumonía.

4- El sistema inmunológico

Puede traer dificultades como osteoporosis, diabetes, presión arterial alta, derrames cerebrales, úlceras, pérdida de memoria y ciertos trastornos del estado de ánimo.

5- Promueve otras enfermedades

La idea de tomar una copa para relajarse antes de acostarse puede no ser buena, especialmente a medida que se envejece porque puede provocar un sueño inquieto.

6- Afecciones en el sueño

El alcohol está asociado a mayor riesgo de cáncer de cabeza y cuello (boca, faringe y laringe), esófago e intestino.

7- Favorece la aparición de ciertos tipos de cáncer

Si bien el consumo moderado puede promover la salud del corazón, proteger contra la diabetes y prolongar la vida útil en general, tomar de más conduce a efectos contraproducentes.