Graciela Barreira es la directora del Jardín Botánico desde hace 13 años y asegura que llegó para cambiar la mala fama del lugar. ¿Cuáles son las historias más desopilantes y fantasmales?

Parece un bosque encantado en medio de la ciudad. Pero, a plena luz del día y a la vista de todos, es guardián de cientos de relatos extraños como entierros o fiestas sexuales.

El Jardín Botánico se extiende por 79.000 metros cuadrados en el barrio de Palermo y tiene una historia de 124 años. Aunque no siempre fue tan mágica como parece.

En 2008, los medios lo bautizaron un “cementerio clandestino” y el jardín quedó bajo la lupa. Decían que allí habían enterrado gente. Por este hecho, fueron expulsados varios empleados.

El jardín cuenta con más de 5.000 especies de plantas y varios animales de la ciudad pasan sus días allí.

Uno de los mitos del Botánico es que habita el fantasma del paisajista Carlos Thays, su creador. Empleados del lugar aseguran haberlo visto en más de una ocasión.

Antes en los baños era habitual encontrar preservativos usados, residuos de noches de lujuria clandestina. Los cuidadores afirman haber expulsado a más de una pareja en situaciones comprometedoras.

De a poco el Botánico vuelve a ser ese sitio elegante y natural para quienes visitan la ciudad de Buenos Aires, y desean pasear, recorrer o  disfrutar un rato de la naturaleza.