La temperatura media del planeta, en comparación con la era preindustrial, subió 1,15°C. La comunidad internacional se comprometió a luchar para mantenerlo en ese valor, pero sigue en ascenso.

Es una “crónica del caos climático”, un fenómeno que “se está produciendo a una velocidad catastrófica, arrasando vidas en todos los continentes”, señaló el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la última conferencia del organismo sobre el cambio climático.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya advierte que “los ocho años de 2015 a 2022 serán probablemente los más cálidos registrados” hasta la fecha. Aunque el 2023 ya marca un récord también.

Según detallan los especialistas, esto se debe a la influencia de los fenómenos conocidos como La Niña y El Niño.

Los glaciares en los Alpes registraron en 2022 una pérdida récord de masa glaciar, con una reducción de su espesor de 3 a 4 metros, mucho más que durante el récord precedente de 2003.

El nivel de los océanos aumentó 10 mm desde enero de 2022, lo que equivale al 10% de la alza registrada desde que empezaron las mediciones por satélite, hace cerca de 30 años. El ritmo se ha duplicado desde 1993.

El año 2022 ha sido noticia por varios episodios meteorológicos catastróficos y el 2023 registra récord históricos de altas temperaturas.

“Desastres como las inundaciones y el calor en Pakistán, inundaciones y ciclones en el sur de África, el huracán Ian, canículas extremas y la sequía en Europa no habrían sido tan graves de no ser por el cambio climático”, comentó Friederike Otto, climatólogo del Imperial College de Londres.

También las emisiones de metano, un gas con gran efecto invernadero, se incrementaron de manera drástica en 2021, con la reanudación de la actividad económica mundial, tras las restricciones por COVID-19.