El film fue producido por Robert Evans, jefe de Paramount Pictures, quien reveló detalles de la famosa historia de la familia Corleone, escrita por Mario Puzo.

Por fracasos anteriores en películas de esa temática, decidieron convocar a Francis Ford Coppola.

"Descubrí la razón de los fracasos anteriores: todos esos films habían sido hechos por judíos y no por italianos. Yo deseaba que el film oliera a espaguetis", había explicado Evans.

También confesó que no quería a Al Pacino por “lo bajito” de su estatura y Francis no quería al actor James Caan. Sin embargo, terminaron incluyendo a ambos.

Nadie quería que Marlon Brando estuviera en el film, excepto Francis y Evans. En ese momento su carrera estaba en descenso, pero hizo historia con su papel como Don Corleone.

"Era la única persona del mundo que podía interpretar a Don Corleone. Hacía años que no conseguía hacer una película exitosa y necesitaba el dinero", había manifestado el jefe de Paramount Pictures.