En las secundarias públicas de la Ciudad de Buenos Aires cursan56 mil alumnos. De elloscasi la mitad -26 mil- tiene materias previas.
En muchos casos se debe al arrastre del daño que implicó el cierre de escuelas durante lapandemia.
Los más complicados, aquellos que tienen varias asignaturas previas, cursan durante el verano y rinden en mesas de exámenes.
A todos ellos se los convocó para que participen de laEscuela de Verano, que además de un componente lúdico, es una alternativa para que puedan tener apoyo escolar y acreditar saberes.
En total son 9 mil chicos los que el gobierno porteño identificó como aquellos que atraviesan una situación académica “crítica”.
Dentro de ese universo de 9 mil estudiantes, la mayoría tiene asignaturas “colgadas”, es decir, deben espacios curriculares de años anteriores, que nunca acreditaron.
Ese perfil de alumno se engrosó fuertemente tras la emergencia escolar de 2020 y 2021.
A nivel nacional, después del cierre repentino de escuelas de marzo de 2020, que se extendió durante todo el ciclo lectivo, se acordó que los estudiantes pasaran de año sin importar la calidad de aprendizajes.
Pero eso cambió en 2021. Hubo clases presenciales muy dispares entre las provincias, lo que generó estrategias variadas para definir el paso de curso.
En algunos casos se sostuvo la promoción automática del año anterior y en otros, como en la Ciudad, se permitieron más cantidad de materias previas.