Según el Servicio Meteorológico Nacional, Argentina sufrió su tercer verano más seco desde 1961. Se registraron 1,3 grados por encima de la temperatura normal.

Pero esta situación no sucede solo en Argentina sino en todo el mundo. Un estudio internacional revisó los componentes que influyen en el cálculo de las temperaturas y detectó desvíos importantes.

¿Cuáles son los efectos para la salud?

Cuando el Servicio Meteorológico emite una alerta roja por calor esto implica que las temperaturas previstas tienen “efecto extremo en la salud” de la población y pueden ser muy peligrosas incluso para las personas saludables.

El índice de calor, o temperatura aparente, nunca antes tuvo en cuenta, a la hora de definirse, incluyendo combinaciones de variables que implican al mismo tiempo calor y humedad extremos.

El análisis realizado por climatólogos de la Universidad de California en Berkeley, encontró que, teniendo en cuenta la humedad, la temperatura puede llegar a más de 6 grados centígrados.

El hallazgo tiene implicaciones para los grupos de riesgo en relación a qué tan bien el cuerpo maneja la temperatura cuando la humedad es alta y cuando sudoración se vuelve menos efectiva para refrescarse.

Actualmente, considera que un índice de calor por encima de 39.5 grados es peligroso y por encima de 51.5 es extremadamente peligroso.